Taipei, jun. 01 (ANDINA). Los antiguos chinos utilizaban el arroz como material de construcción y con ello aseguraron que muchas estructuras sobrevivieran a los terremotos. Su uso en pagodas, tumbas y edificios fue uno de los grandes hitos tecnológicos de su tiempo, aseguran investigadores.
Los edificios que se construyeron hace siglos en la antigua China utilizaban el arroz como material principal, tanto en las labores de edificación como en la restauración, según un descubrimiento realizado por investigadores chinos que se publicará en la revista mensual American Chemical Society.
El estudio, liderado por el doctor Bingjian Zhang, concluye que este alimento se usaba para rellenar los huecos existentes entre los bloques de piedra hace 1,500 años.
Para ello, los arquitectos de la época trituraban el arroz hasta que se convertía en una especie de masa pegajosa, más eficaz que la cal gracias a su resistencia a las altas temperaturas y al agua.
El secreto de esta eficacia reside en la "amilopectina", un tipo de polisacárido, un carbohidrato que se encuentra en el arroz y en otros alimentos.
Según Zhang, el uso del arroz en las construcciones "fue uno de los grandes hitos tecnológicos de su tiempo", ya que se empleaba en pagodas, tumbas y edificios.
Muchas de estas estructuras lograron sobrevivir a los terremotos, según precisan los investigadores en artículo que recoge Europa Press.
Fuente de información: Andina
Los edificios que se construyeron hace siglos en la antigua China utilizaban el arroz como material principal, tanto en las labores de edificación como en la restauración, según un descubrimiento realizado por investigadores chinos que se publicará en la revista mensual American Chemical Society.
El estudio, liderado por el doctor Bingjian Zhang, concluye que este alimento se usaba para rellenar los huecos existentes entre los bloques de piedra hace 1,500 años.
Para ello, los arquitectos de la época trituraban el arroz hasta que se convertía en una especie de masa pegajosa, más eficaz que la cal gracias a su resistencia a las altas temperaturas y al agua.
El secreto de esta eficacia reside en la "amilopectina", un tipo de polisacárido, un carbohidrato que se encuentra en el arroz y en otros alimentos.
Según Zhang, el uso del arroz en las construcciones "fue uno de los grandes hitos tecnológicos de su tiempo", ya que se empleaba en pagodas, tumbas y edificios.
Muchas de estas estructuras lograron sobrevivir a los terremotos, según precisan los investigadores en artículo que recoge Europa Press.
Fuente de información: Andina
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