(El Comercio).- En esa cancha, algunas veces acariciada y muchas otras pisoteada, hoy vuelve a crecer pasto natural. Un centro comercial especializado, un reputado restaurante, modernos palcos, techumbre y asientos personalizados en todas las tribunas, refuerzo antisísmico de toda la estructura y novísimos sistemas de seguridad son algunos de los sustantivos aportes que se han hecho al Estado Nacional de nuestro país. Como nuevo espacio deportivo y musical, es para emocionarse.
Los flamantes palcos tendrán los estándares que se estilan: kitchenette, baño y una pequeña sala. Los tamaños varían debido a la forma del estadio. Fueron diseñados originalmente para alojar siete butacas, pero se puede llegar a colocar hasta diez.
La iluminación de la cancha cumple con los requisitos exigidos por la FIFA. Afuera, las luces decorativas forrarán el enchape metálico, que generarán una serie de movimientos y juegos dinámicos de color.
Las planchas que se están colocando actualmente para recubrir todo el perímetro están hechas de aluzinc, un material elaborado a partir de la aleación de aluminio y zinc. Su función formal apunta a cambiarle la forma al estadio, pues le da una imagen más moderna. Permite la transparencia porque es perforado. Es una aleación muy liviana, por lo que no carga estructuralmente el proyecto. Es muy resistente a la intemperie, el polvo y la humedad, lo que permite retrasar la oxidación.
La torre Miguel Dasso, en Norte, es uno de los elementos iconográficos de esta construcción que se mantendrá. Es probable que sea concesionada para que tenga algunos palcos. En la tribuna del frente se viene construyendo la torre Sur, con un mirador hacia el Circuito Mágico del Agua y un centro comercial orientado al tema del deporte. También en esa zona se ubicará un restaurante de primera categoría. La idea es que el estadio tenga vida permanente.
Todas las federaciones que funcionaban allí se han retirado, ahora estas deberán crear sus propias sedes. Solo se seguirán realizando allí las actividades propias de la Federación Peruana de Fútbol y del Instituto Peruano del Deporte (IPD). En la zona baja de Occidente estarán los camerinos, al igual que en la mayoría de estadios de competencia, para que los equipos entren al terreno de juego juntos, por una misma puerta, y no por los túneles de Sur como se estilaba allí.
SEGURIDAD
Las tribunas de Oriente y Occidente ya no tendrán mallas. La seguridad recaerá en la altura y distancia que las separan de la cancha. En el caso de Sur y Norte se han previsto acabados de policarbonato transparente. Se ha instalado un sistema de video por circuito cerrado, así como cámaras de seguridad en exteriores e interiores. Dos pantallas de última generación mostrarán, entre otras, las imágenes registradas del público.
Se ha aumentado la circulación a nivel puertas de acceso. El estadio –como explica el arquitecto Luis Solari, de José Bentín Arquitectos S.R.L, consorcio que se adjudicó el proyecto por concurso– fue diseñado hacia fines de la década del 40 y se inauguró en 1952. En esa época, cuando se hacía diseño estructural en el Perú, no se consideraba el tema sísmico con la rigidez y condiciones de seguridad de hoy. Esto se ha tomado en cuenta en la intervención y se han hecho ajustes de estructura muy importantes. Las líneas de evacuación se han incrementado cada cierta distancia y de acuerdo al volumen de personas que albergará, pues así lo exige la norma.
Se tiene programado culminar las obras civiles este mes y la entrega formal del recinto será en junio.
Fuente de información: El Comercio
Por Alberto Revoredo
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miércoles, 23 de marzo de 2011
El nuevo Estadio Nacional entra a su fase final de construcción
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