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martes, 14 de junio de 2011

Conoce los beneficios de casarse bajo el régimen de separación de bienes

(El Comercio).-Se dice que uno se casa con una persona, pero se divorcia de otra y esta última puede convertirse en más que un dolor de cabeza. Pese a que (casi) nadie se casa pensando en que se va a divorciar, los expertos señalan que cada vez más personas entran a la vida conyugal con esperanzas, pero con los bienes separados.
De acuerdo con la abogada Milagros Cárdenas Castro, socia principal del estudio Ricalde Cárdenas Abogados, esta tendencia se ha reforzado en los últimos diez años pese a los prejuicios de nuestra aún conservadora sociedad.
“Cada vez la gente se casa con más años, con más experiencia y con más bienes encima, entonces prefieren casarse bajo el régimen de separación de patrimonio, de modo que todo lo que compren durante lo que dure el matrimonio sigue siendo propiedad de cada uno”, señala.
Efectivamente, según una importante inmobiliaria, se ha empezado a ver parejas de segmentos medios –y ya no solo los altos– que compran departamentos o casas bajo este régimen y no el de sociedad de gananciales, donde todo lo que es de uno es del otro y viceversa.

¿A quién le conviene más el régimen de separación?
“A todos, porque llegado el caso en que la pareja quiera divorciarse, son dos los motivos de disputa: la tenencia y manutención de los hijos y la separación de los bienes. Entonces, una pareja que no constituyó una sociedad de gananciales y no tuvo hijos puede iniciar el trámite de divorcio rápido y separarse en máximo cinco meses con solo un trámite ante la notaría o la municipalidad. Ese es el mejor de los casos”, señala Cárdenas.
La abogada experta en derecho de familia toma un respiro cuando se le pregunta cuál sería el peor de los casos.
“Si el divorcio es por una de las diez causales que contempla el Código Civil –abandono de hogar, adulterio probado o separación de hecho, entre otros–, una disolución del vínculo matrimonial por vía judicial puede durar entre cinco y seis años y puede terminar en el remate de los bienes para separarlos en partes iguales. No quiero ni explicarte lo desagradable que puede ser”, comenta.

¿Y el costo?
“Incluso en divorcios amigables, mientras más tiempo se demoren en ponerse de acuerdo en cómo van a separar los bienes, más onerosos serán los gastos por los honorarios de los abogados, sea el divorcio por la vía rápida o la convencional”, sostiene.
Debe saber que en cualquiera de los casos, todos los bienes que usted haya adquirido antes de casarse y los que obtenga de manera gratuita, por ejemplo, mediante una herencia, solo le pertenecen a usted.
Sin embargo, si terminó de pagar su préstamo hipotecario durante el matrimonio, un juez puede considerar que es propiedad de la sociedad conyugal.

¿Cómo hacer?
Más allá del tacto que tenga que aplicar para proponerle a su pareja casarse con bienes separados sin que se ofenda, el trámite ante el notario es muy sencillo.
Se debe brindar una declaración jurada de los bienes de cada uno de los cónyuges y hacer expreso su deseo de casarse bajo este régimen.
Si no se hace este trámite, por ley se asume que se va a establecer una sociedad de gananciales y que, excepto los bienes con los que cada uno entra al matrimonio, la propiedad será de la pareja y no de los individuos.
Si ya se casó y leyendo esto desea haber separado sus bienes, sepa que no es tarde. Se puede iniciar el trámite de sustitución de régimen patrimonial en una notaría, para lo cual tendrá que sentarse con su pareja y decidir cómo dividirán los bienes y las deudas que hayan contraído hasta el momento.
Ese trámite es opcional, pero será obligatorio si decide, una vez acabado el amor, optar por el divorcio rápido. Porque no se puede evitar que el amor acabe, pero sí que, además del dolor del corazón, le duelan sus finanzas.

MÁS DATOS
Juntos, pero no revueltos
Así haya optado por un régimen de separación de patrimonio, aún puede comprar un bien inmueble con su pareja.
Si los dos comparten el pago de cuotas, pueden registrar el inmueble como una copropiedad. Si luego se separan, cada uno puede vender su parte sin el consentimiento del otro.


Fuente de información: El Comercio

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