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lunes, 25 de octubre de 2010

Laive y Corporación Lindley: empresas que valen un siglo

(El Comercio).- Un inglés cruza el Atlántico y crea la bebida nacional del Perú, dos estadounidenses –uno de ellos de origen griego– también se asientan en el país y fundan lo que será la empresa cervecera más poderosa del país: Backus. Un español inaugura la chocolatería más popular de Arequipa: La Ibérica, mientras que un argentino y un chileno fundan el diario más influyente del país: El Comercio. ¿Qué tienen en común todos estos personajes, aparte de ser extranjeros? Que pusieron la primera piedra de empresas exitosas que lograron trascender en el tiempo y pasar la barrera de los cien años.
Estas compañías no solo acumularon un sinfín de cifras en su haber, sino que además forman parte de la historia económica del Perú. Recientemente, dos empresas se sumaron a esta lista de centenarias: Laive y Corporación Lindley ya forman parte de este club de esfuerzos, donde se encuentran empresas como Corporación Cervesur, Backus, el Banco de Crédito, Braillard, La Ibérica y El Comercio.

TRONCO FAMILIAR
¿Qué ha permitido a estas compañías cruzar el umbral del siglo? Existen muchos factores, pero quizás apelando a la frase: “Detrás de un gran hombre hay una gran mujer” o “detrás de una gran empresa suele estar una gran familia” que la impulsa y ha logrado promoverlas hasta el sitial donde se encuentran hoy, sin necesariamente haber sido la fundadora.
Luis Chang Ching, profesor de Centrum, indica que la familia genera un prestigio que forma parte del activo de la empresa. Backus logró su mayor expansión cuando estaba detrás de ella la familia Bentín, en los años 90. La Corporación Lindley –controlada por la familia del mismo nombre– en cuatro generaciones ha logrado hacer crecer la compañía a dimensiones inconmensurables, a tal punto que logró que la productora de gaseosas más grande del mundo, Coca Cola, la prefiera tener como socia antes que como competidora.

FILOSOFÍA ÚNICA
Sin embargo, el especialista en aspectos gerenciales del PAD de la Universidad de Piura, Miguel Ferré, indica que las empresas trascienden en el tiempo en la medida que se institucionalizan sobre la base de los valores y políticas que sus fundadores logran imprimirles desde sus inicios, los que deben ser transmitidos a las siguientes generaciones, que deben estar académicamente mejor preparadas para darles una mayor proyección.
Pero no todo es ventaja en relación con las empresas familiares. Chang Ching explica que los riesgos radican en que, en muchos casos, los problemas familiares se transfieren a la empresa y viceversa: los aspectos de la empresa suelen intervenir en los familiares.
En ese sentido, los especialistas suelen recomendar protocolos de sucesión que definan qué características y roles deben tener los familiares respecto de la dirección de la empresa.

ESPECIALIZACIÓN AL LÍMITE
Laive es una compañía cuya razón social, en 1910, era Sociedad Ganadera del Centro. Estaba dedicada a la producción ganadera y agrícola y contaba con haciendas en Huancayo y Huancavelica. En 1970, todas sus tierras fueron expropiadas por la reforma agraria, quedándose solo con un área en Santa Clara.
Aurelio Palacios, presidente de Laive, lo recuerda con una sonrisa en los labios, como si se burlara de ese hecho y creyese que fue una mala broma de los militares del velascato. Lo que hicieron los socios expropiados fue reconvertirse a la producción de quesos. Hoy son la segunda productora de lácteos en el país.
Palacios indica que no se les ocurriría volver a la actividad ganadera, porque es un negocio muy complicado para su naturaleza de empresario industrial. En ese sentido, cree que la fórmula es seguir por la senda que le ha permitido llegar a sus primeros cien años.
Teniendo este ejemplo, queda otra característica de las empresas centenarias: la perseverancia y la especialización. Chang Ching señala que los grupos que han logrado llegar a los 100 años es porque han alcanzado una especialización en la producción que han desarrollado sin intentar aventurarse en negocios que les son desconocidos. No se le ocurre que, por el hecho de lograr el control del mercado cervecero, Backus se ponga a producir, por ejemplo, jugos y néctares.
En esta línea, Juan Flores, gerente de Relaciones Institucionales de la recientemente centenaria Corporación Lindley, detalla que la empresa ha sumado como fortaleza el hecho de tener como socio a Coca Cola, lo que le da la posibilidad de tener acceso a un sistema de tecnología en bebidas, a mejores procedimientos y presentaciones, pero siempre en el mismo rubro: bebidas, con lo que se proyecta a los siguientes cien años. Nuevamente, la especialización y la persistencia en el rubro, que tantas satisfacciones les han dado.

EN LA MADUREZ
Biológicamente una persona es madura cuando cumple los 28 años. ¿Cuándo lo es una empresa? En este caso no existe una edad para medir si una empresa es madura o no. Puede transcurrir un cúmulo de años con malas prácticas corporativas, en los que se cometa abusos con los trabajadores y la comunidad, se comercialice productos deficientes, sin ser transparentes y se ande de tumbo en tumbo.
Ese no parece ser el caso de las empresas que han saltado la línea del siglo en el Perú, que han llegado con buen pie para afrontar mayores retos. Miguel Ferré señala que son pocas aún, pero no hay duda de que esta lista recién está empezando a crecer.


Fuente de información: El Comercio
Por: Manuel Marticorena Solís

1 comentario:

Balanzas Precisur dijo...

Se Puede ver como esto ayuda a la economia peruana es por eso que balanzas Precisur se une a la campaña