(El Comercio).- Los fieles que llegaron este sábado hasta la remozada Basílica Catedral de Trujillo no podían creer lo que veían. Luego de tres meses de trabajos, tiempo en el que estuvo cerrado al público, el templo más representativo de la ciudad deslumbró a los fieles con los cambios que se hicieron en su infraestructura y que lo dejaron como uno de los más bellos del país.Entre otras mejoras, la Catedral presentó un nuevo piso de mármol traído especialmente de España, en colores crema marfil y rojo alicante. Así, tras 67 años, el suelo de la iglesia fue reemplazado debido al deterioro que tenía.
En total fueron restaurados 1.750 metros cuadros con una inversión de S/.1’094.262, la misma que fue desembolsada por el Gobierno Regional de La Libertad, la Municipalidad Provincial de Trujillo y por los fieles que tuvieron que abonar casi el 36% del presupuesto en una campaña que se denominó “Catedral tuya y nuestra”.
VISTOSO
Entre las obras que presentó el templo resalta también el pintado de un fresco ubicado en la cúpula principal, obra del maestro Luis Guardamino Villegas. En este se puede apreciar la imagen de Nuestra Señora de la Asunción.
Asimismo se puede observar que se restauraron los murales interiores, que se recuperó el color de las seis antiguas puertas (resalta sus detalles en bronce), que se le dio una limpieza a fondo a las tres campanas de la torre y que las paredes internas y externas del templo fueron saneadas y pintadas.
Decenas de fieles llegaron para agradecer y para escuchar misa en el templo que se construyó en 1616 y que sufrió varios cambios en su infraestructura con el pasar de los años debido a los terremotos que la afectaron en 1619, 1635, 1759 y 1970.
Fuente de información: El Comercio
por Renzo Guerrero de Luna Zárate
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