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sábado, 17 de julio de 2010

Cómo gastar mejor el dinero en tecnología

(El Comercio).-El Perú ha cambiado y los peruanos también. Atrás quedaron los tiempos en que equipos como el televisor o el teléfono se mantenían funcionando por más de 10 años e intentar renovarlos era considerablemente caro. Hoy realidades que se veían solo en otros países, donde sus habitantes cambiaban constantemente sus aparatos electrónicos, son cada vez más comunes aquí.
Las mejores condiciones económicas, una mayor presencia de empresas extranjeras en el ámbito local y la considerable baja en los precios nos han puesto en otra posición. La figura del amante de la tecnología (o tecnófilo), que hace lo posible por conseguir primero el más moderno aparato o “gadget”, es menos extraña a la realidad local.
¿Pero es todo nuevo aparato electrónico que llega al mercado realmente útil para todos? ¿Vale la pena pagar los altos precios propuestos solo por tener el último teléfono, televisor o celular?

PRODUCTIVIDAD
Una verdad innegable es que el teléfono celular se ha convertido en un aparato indispensable para todas las personas. Eso lo confirman las más recientes cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), que señalan que en el 81% de los hogares en las áreas urbanas de nuestro país al menos uno de sus miembros cuenta con un celular. Quizás usted ya se aburrió del teléfono que compró el año pasado y piensa renovarlo por un “smartphone”. ¿Será lo adecuado?
Antes de hacer la compra lo fundamental es que tenga en claro cuáles son sus necesidades. Dando por descontada la funcionalidad de comunicación de voz, ¿para qué más lo usará? Si lo que quiere es darle un uso más social y de ocio, no necesitará más que un aparato con buen manejo multimedia (reproductor de archivos musicales, fotos y videos), con una cámara de por lo menos 3 megapíxeles de resolución y radio FM. Si, además, usted es usuario activo de redes sociales, necesitará un aparato que venga con los programas instalados y, adicionalmente, contratar algún paquete de conexión a Internet.
Si lo que usted necesita es sincronización con su información laboral, acceso a su correo corporativo, una buena agenda de reuniones, programas de ofimática, conexión a Internet, además de otras aplicaciones que le permitan llevar —literalmente— la oficina en su bolsillo, un “smartphone” es la solución.

LAPTOP VERSUS NETBOOK
Una situación similar ocurre con las computadoras portátiles. Desde hace un par de años las netbooks o minilaptops llegaron a romper el mercado local, ofreciendo movilidad, ligereza y precios muy bajos. ¿Pero una sustituye a la otra? Claro que no.
Debido a sus características —adecuadas al tamaño y al peso que proponen—, las netbooks son ideales para navegar por la web, para la comunicación y para realizar tareas simples de computación. Es decir, es la herramienta perfecta si necesita movilidad y todas sus labores las realiza en línea (enviar e-mail, ver videos, usar servicios de mensajería instantánea, etc.) Si requiere un trabajo multimedia más profundo —como edición de fotos, videos o audios—, este tipo de máquinas no le será de mucha utilidad.
Si necesita labores más complicadas de computación —como las detalladas antes— sin sacrificar la movilidad, una laptop tradicional es lo más indicado. Mayor área de pantalla, más capacidad y velocidad en el procesamiento de las tareas, así como una unidad CD o DVD.

ENTRETENIMIENTO
Pero el rubro en el que estamos más dispuestos a gastar es en el de entretenimiento.
Tal como sucede desde principios de los años ochenta, en nuestros días los jóvenes buscan aparatos que les permitan entretenerse en sus tiempos muertos. Es allí donde reinan los reproductores digitales de archivos multimedia.
Aunque este podría parecer el apartado más uniforme, se trata del que cuenta con mayor variedad tanto en oferta como en el precio. Así, encontramos equipos desde menos de S/.100 hasta S/.1.800. Contar con pantalla táctil, aplicaciones que gestionan imágenes y la posibilidad de descargarlas encarecen el producto.
Los televisores fueron la estrella en esta primera mitad del año, debido al Mundial de Fútbol que acaba de terminar. Ante la amplia oferta (LCD, plasma, LED, 3D, etc.), muchos compradores decidieron ir “a lo seguro” y comprar el televisor más moderno, a veces sin importar el precio.
El tema con estos aparatos modernos es que están preparados (tanto en su tamaño como en tecnología) para señales digitales y de alta definición; y en nuestro país aún prevalecen la señal y el formato analógico.
¿Eso quiere decir que comprar una TV moderna es una inversión al agua? No. Solo que el consumidor debe comprender cuáles serán sus limitaciones. Obviamente con fuentes de señal de alta calidad y definición como las que ofrecen los servicios de televisión en HD, las consolas de videojuegos de última generación o los reproductores de blu-ray, disfrutará en su máximo esplendor la pantalla elegida.
Finalmente ¿qué elegir? ¿Un LCD, LED, plasma? En tema de precios, el plasma será más barato en tamaños grandes, aunque consume más energía. Al ser una tecnología nueva, los LED son más caros que los LCD, pero tienen un consumo más eficiente de energía.

TENGA EN CUENTA
Varios puntos indispensables
Si ya decidió realizar la compra de un aparato tecnológico, asegúrese de que sea en un local que le ofrezca garantía y confianza. Pese a que se trata de un precio adicional, optar por servicios de garantías extendidas es una buena opción, pero lea con detenimiento los detalles del acuerdo.
Aunque son aparatos de uso cotidiano, tiene una naturaleza compleja y sofisticada. Es recomendable cerciorarse de que el establecimiento en el que compre el producto o la marca de este le ofrezcan servicio técnico.
Varias tiendas otorgan la posibilidad de cambiar el producto si tiene alguna falla o no es del gusto del cliente. Guarde las cajas y demás elementos de empaque y protección por lo menos durante los 7 días posteriores a la venta.


Fuente de información: El Comercio
Por Bruno Ortiz Bisso.

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